En la calle estamos solos, o de como necesitamos su apoyo y comprensión.


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Un amigo de la adolescencia, Miguel Ángel Pizano, se refería cariñosamente a los policías nacionales como «los centuriones», y siempre me hizo mucha gracia, de modo que a la larga he ido adoptando la expresión «los que vamos vestidos de romano» para definir a todos aquellos que exponemos nuestra integridad en la calle día a día; policías, sanitarios, bomberos, etc.

Y los años de experiencia me han hecho poder afirmar que corremos muchos riesgos. Algunos inherentes al puesto de cada cual, otros sobrevenidos. Cuando me subo a la ambulancia asumo, y trato de evitar por todos los medios, que corro el riesgo más que real de sufrir un accidente de tráfico (no necesariamente a causa de la conducción de la ambulancia, pese a la leyenda negra, a nosotros también nos embisten), o terminar contagiado por alguna enfermedad de los pacientes que trasladamos. Los bomberos saben que corren el riesgo de sufrir quemaduras o caídas, entre otras cosas, y los policías pueden resultar agredidos de múltiples formas en cualquiera de sus intervenciones. Y nada de eso va incluido en el sueldo por mucho que algunos se empeñen.

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Lo cierto es que la legislación apenas nos ampara. Cualquiera puede venir y golpearnos sin apenas consecuencias. Hace cosa de dos años, a unos compañeros les agredió el familiar de una paciente a la que trataban de reanimar de una parada cardio respitaroria (PCR), de hecho era el marido de la mujer, e impidó la correcta atención. Pues sólo tuvo que pagar los daños causados a la ambulancia, a fin de cuentas no había causado lesiones a los sanitarios pero ¿y el susto? ¿Alguien se hace cargo de lo difícil que es trabajar bajo esa presión? ¿la juez no se planteó que la intromisión de ese señor pudo ser una de las causas de la muerte de su mujer? Pues no, de hecho la juez pregunto durante el juicio si no era normal que el hombre estuviera alterado, afortunadamente uno de mis compañeros anduvo ágil en la respuesta: «No, si lo fuera pasaría a diario y es la primera vez que me pasa en 15 años». Los golpes a la enfermera y a los técnicos le salieron gratis.

Un poco más cerca en el tiempo, durante un parto el padre de la criatura intentó agredirnos a mi compañero y a mi, mientras traíamos al mundo a su hija, sin poder defendernos, la denuncia ni siquiera se admitió a trámite. Si no es por dos vecinos que lo apartaban hubiéramos terminado fatal. A esto podemos sumarle gente bajo efectos de las drogas, incluido el alcohol, y pacientes psiquiátricos agresivos (que siempre salen de rositas). Ni siquiera se nos considera agentes de la autoridad, con lo que normalmente no podemos denunciar por atentado, siempre dependerá de las lesiones, de modo que puede ser falta o delito. O no ser nada.Y las agresiones verbales ni se tienen en cuenta, pero son el pan nuestro de cada día.

A la policía le pasa algo peor. Están tan mal amparados legalmente que a menudo tienen que inhibirse de las actuaciones. Sobre todo a sabiendas de que hay mil móviles grabando y serán juzgados públicamente. El vídeo que pongo a continuación es una intervención en Huesca tras recibir una pedrada el coche policial:

http://www.youtube.com/watch?v=isq4LSABjSo

Y desde luego casi les sale más a cuenta dejarse matar que repeler una agresión. ¿Recuerdan el caso del Policía Municipal de Madrid que tuvo que disparar contra un individuo que se abalanzó sobre él blandiendo un cuchillo? Una de las balas atravesó al agresor con tan mal suerte que hizo que un transeunte perdiera un ojo. Pues no vean el calvario hasta que ha salido la sentencia, que afortunada, y sorprendentemente, no sólo lo absuelve sino que le felicita por su buena actuación. Para aquellos que lo duden, repeler una agresión de arma blanca con un arma de fuego es más que proporcionado. De hecho el cuchillo, hacha o katana puede ser bastante peor que el disparo.

Como ejemplo:

Un policía grave y dos heridos leves, al pedir la identificación a un hombre

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/09/14/madrid/1315993881.html

Por tanto, los romanos debemos estar unidos en la calle. Tenemos multitud de servicios conjuntos. Amenazas de suicidios, violencia de género, secuestros, agresiones sexuales, pacientes con desórdenes mentales… Si no nos ayudamos entre los que estamos para ayudar ¿quién lo hará?

Aquí disponen de varias páginas de noticias de agresiones a sanitarios: http://www.emergencias112.net/sentencias-y-noticias-de-agresiones-a-sanitarios-vf119-vt1354.html

Lo cierto es que a menudo nos vemos implicados en servicios en los que nos vemos desbordados, ya sea por la actitud de la gente, por la escasez de medios, o por ambas cosas. Y muchas veces las personas que nos rodean se dejan llevar por esas peligrosas emociones colectivas y no sólo no colaboran, sino que empeoran la situación. ¿Quién no se ha visto tratando de atender a un aficionado en medio de las aficiones de un derby futbolístico? ¿O tratando de trasladar a un paciente agitado en un barrio conflictivo donde todo el vecindario decide que tiene que defenderlo pese a que han llamado porque les hace la vida imposible? A menudo nos enfrentamos a esas situaciones solos, o como mucho con dos policías que poco van a poder hacer además de aguantar lo inaguantable junto a nosotros. Necesitamos un poquito de comprensión. Un poquito de colaboración.

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Sabemos que el tiempo se les hace eterno mientras nos esperan, sabemos que puede que incluso sea cierto que llevan un buen rato esperando, pero tengan por seguro que no será culpa nuestra. Habremos acudido lo más rápido posible. Puede que estuviéramos en otro servicio anterior. Puede que no quedaran unidades disponibles cerca. Puede que alguien se demorara en pasarnos el servicio. Pero sea como sea, desde que lo recibimos, los sanitarios, los policías y los bomberos acudimos lo más rápido que podemos. No lo dude.

Pequeño reportaje con varios servicios del SAMUR:

http://www.youtube.com/watch?v=HSZaqXMSD9Y

A todo esto le podemos sumar las horas (guardias de 24 horas), las noches, las inclemencias climáticas y, sobre todo, lo que tenemos que ver a diario. Parece que uno se acostumbra, pero al final te llevas a casa muchas experiencias duras. Vemos enfermos graves. Enfermos paliativos. Gente a la que han robado, agredido, violado. Personas que han perdido su casa en un incendio o inundación. Mutilados, quemados, heridos graves y leves. También muertos. Afortunadamente en muchos de esos casos podemos ayudar, podemos hacer que alguien se sienta mejor o que su pérdida se minimice. Incluso de vez en cuando ayudamos a traer alguna vida al mundo, y hasta salvamos otras.

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Aquí pueden ver a un policía fuera de servicio salvando a una persona que cae a las vías del metro de Madrid:

 http://www.youtube.com/watch?v=POkwMyv15ZQ

Para finalizar quiero dejar claro que la mayoría de los que nos dedicamos a esto lo hacemos por vocación de servicio público. Nada de una luz que se nos apareció y nos dijo «dedícate a proteger al prójimo y a salvar su vida», pero sí una fuerte carga de deseo de ayudar a los que componen la sociedad en la que vivimos. Si comprende esto, haremos mejor nuestro trabajo.

12 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Alfonso Deniz dice:

    Buen trabajo ,compañero.

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  2. jesterhanny dice:

    No te voy a decir eso de que no sabes lo mucho que te entiendo….porque ya lo sabes. Lo que me sorprende a veces es que, estando «los romanos» en el mismo bando, a veces nos dediquemos a despellejarnos entre nosotros. Eso sí que no lo puedo entender.

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    1. Ahí le has dado. Creo que eso daría para otra entrada, te invito a hacerla en tu blog y luego lo difundimos, jajajajaja.

      La crítica constructiva es positiva, pero a veces el «despelleje» llega a unos extremos en nuestro sector que da miedo.

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  3. almogavar dice:

    Viendo el vídeo de la actuación de la P.N. , se me enerva el ánimo y es que hay veces en las que una pizca de firmeza y de contundencia se hacen necesarias. Claro está que puede que origine un conato de beligerancia entre los «ciudadanos» presentes por llamarlos de alguna manera. Cuando la conducta incívica de los «ciudadanos» se contempla con impunidad , te indignas. Y desde la ciudadanía como un ciudadano más, les hubiera caído encima a palos -por emplear una expresión latinoamericana- para que estuvieran más en el contexto.

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    1. Ese vídeo soy incapaz de verlo de nuevo. En su día lo vi y lo debatí. Lo que es evidente es que desde la barrera todos vemos los toros muy bien, y los que estaban allí, veían todo el panorama, sabían la cantidad de gente que les rodeaba y además estaban siendo grabados por 30 móviles, eran ellos. Así que decidieron actuar como bien supieron y pudieron.

      Yo sé a ciencia cierta que de haber estado allí habría ayudado a los policías, porque no es la primera vez que lo hago (de calle o trabajando), y si hay que constar en diligencias, pues se figura y ya está. Pero actuando con tanta gente aparentemente ebria (o bajo los efectos de otras drogas), la contundencia puede ser muy peligrosa. La «masa» estaba pesada, pero no agresiva, si llegan a volverse contra los policías en serio, se hubieran visto muy mal hasta la llegada de refuerzos.

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  4. almogavar dice:

    Tienes razón , pero si te fijas en mi comentario, he puesto como «ciudadano», probablemente hubiera hecho lo mismo que dices, ayudaría en lo posible a la policía. Pero como ciudadano, te cabreas un poquitín.

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  5. Lo sé, lo sé 😉 es que cada vez que hablo de ese vídeo me «enciendo».

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  6. A partir del minuto 16, entrevista en la Radio Autonómica de Canarias sobre esta entrada del blog: http://www.rtvc.es/television/diferido.aspx?id=8675&fichero=8675_LA_ALPISPA_170912.mp3

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  7. Jose dice:

    No puedo estar más de acuerdo con vosotros compañeros, estoy cansado de que tengamos que ser vistos siempre como los malos de la película, tengo un compañero que lo está pasando realmente mal por esta presión social que se ha visto agravada ahora en tiempos de crisis. Con el fin de ayudarlo a él y a todos los que estéis en su situación me he estado informando sobre si tenemos cubierta la asistencia médica terapéutica, es decir psiquiatría y psicología, y a raíz de una entrevista que he encontrado al respecto http://goo.gl/S44qK, he averiguado que muchas clínicas tienen convenios con las aseguradoras para cubrir esos tratamientos, cosa que desconocía. Un saludo y ánimos a todos que entre compañeros no estamos solos.

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  8. Germ dice:

    Quizá esa presión social bajaría si hubiera algo, aunque fuera una mínima autocrítica ante ciertos excesos. Algunos policías víctimas de un victimismo sistemático (valga la redundancia) desgraciadamente habéis perdido la perspectiva del ciudadano. No es lo mismo que te meta un puñetazo un yonki en un cajero, al fin y al cabo es un uno contra uno, y al yonki no le ampara la ley, que te meta una sarta de porrazos un antidisturbios armado y blindado hasta las cejas, el ciudadano lleva mucho mejor lo del yonki, aunque te robe 100 euros. ¿Por qué durante tantos años la guardia civil se granjeó esa fama que ha tardado también muchas décadas en quitarse?, ¿por qué son tan célebres los «grises»?. ¿por qué se menta todavía con inquietud a la político-social? Ahora vendrá el tema de «es que nos insultan», bien, en mi profesión paso o pasaba mucho muchísimo calor, trabajaba mil horas y cobraba «lo justo», era inherente a mi trabajo, (pero ya lo sabía cuando entré, luego no me quejaba todos los días) si no te gusta que te insulten ciudadanos que por determinadas circunstancias están tan hasta la coronilla que están en la calle, pues corte y confección. Hoy está dando la vuelta a españa, ese profesionalísimo antidisturbios diciéndole a una chica que había osado decirle que se quitase la máscara: sube, sube, PUTA, QUE ERES MÁS PUTA QUE CAÍN. Curiosamente cuando uno entra en foros policiales todos son «es ques», «ya peros»…que si la presión, que si nos insultan. Pero el ciudadano ve que acaban de aprobar una ley que le arruina por insultar a un cuerpo de seguridad pero que sigue permitiendo «excesos». Por supuesto, llamo excesos desde el punto de vista subjetivo del ciudadano que desde el policial, todas estas escenas que podemos disfrutar gracias a los móviles no son excesos, todas tienen una razón de ser. ¿Presión?. No sé exactamente cuando uno se mete a policía nacional cual espera que sea su trabajo, ¿bajar gatitos de los árboles?. Desgraciadamente el uniforme conlleva lo que conlleva y eso es salvaguardar a los poderosos, de la gente, a los que «pagan» de la gente, a los que «machacan a la gente» de la gente. Jamás ha conocido la historia un cuerpo policial que salvaguardase a los ciudadanos de los excesos y abusos de los poderosos y gobernantes, y eso lo sabe cualquiera el día que entra en la academia.
    El ciudadano observa mucha, infinita fidelidad y diligencia para defender a esos que todos los días les joden (defender a los corruptos gobernantes), muchísima diligencia para desmantelar deshaucios por las buenas o por las malas (defender los intereses del banco) y no ve que sufran demasiados problemas éticos o morales, a menudo más parecen terapias antiestréss lo que se ve en algunas manifestaciones. ¿Y cuales son las opiniones más generalizadas que se leen después de todo esto por parte de los cuerpos policiales?. Pues eso, que los policías están vendidos e indefensos ante esos monstruos llamados ciudadanos….y esto el ciudadano lo percibe.
    Supongo que de haber respuesta, todo lo dicho caerá en alguna simplificación , llamándome perroflauta, antisistema, rojo o alguna infantilidad por el estilo, pero lo dicho, un poco de examen de conciencia no vendría mal, quizá si revisárais videos os podríais encontrar cada vez más a menudo empujando y blandiendo vuestras porras no contra perroflautas sino contra señores de 50 años sin trabajo y con una pancarta y mucha dignidad e indignación como arma.

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    1. Hola Gemma, el asunto es que te centras en la policía, ten en cuenta que, si bien uso algún ejemplo sobre ellos, en realidad el texto va sobre los servicios de emergencias en general y los sanitarios en particular. Saludos.

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