¿Qué debe llevar un policía en su botiquín?

Por Juan Luis de Castellví @jldecastellvi

No es nuevo. Cuando alguien empieza a hacer algo diferente, muchos lo señalan, otros lo critican, otros no saben qué pensar, pero una parte quisiera imitarlo aunque todavía no sabe cómo, o siente vergüenza por algún motivo. El caso los policías que llevan encima material de primeros auxilios, especialmente el denominado «táctico», como torniquetes o vendajes hemostáticos, no iba a ser una excepción. Así que dejemos algunas cosas claras:

• Es imperativo que los policías se acostumbren a llevar material sanitario básico, y por supuesto que reciban la formación necesaria para saber utilizarlo.
• El que se ríe, no lleva demasiado tiempo en la calle o no sabe nada del tema. El primero que puede necesitarlo es el que lo lleva encima y el siguiente será su compañero, así que aunque sólo sea por egoísmo, menos risas y más formación.
• Dependiendo de nuestra función, conviene llevar una cosa u otra, pero siempre hay algunos elementos básicos que no deberían faltar en nuestro bolsillo.

Así que hoy pretendo comentar lo mínimo indispensable, basado en el conocimiento de las necesidades de los policías en España, en las recomendaciones vigentes de primeros auxilios, en el TCCC (y similares), así como en mi experiencia profesional y docente.

Se pueden llevar decenas de cosas, pero a la hora de la verdad hay dos emergencias vitales que puede enfrentar un policía en la calle y en las que su intervención puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte: la parada cardiorrespiratoria, PCR, y la hemorragia franca. La primera es una muerte segura si no empezamos las maniobras de reanimación inmediatamente y pedimos un desfibrilador, la segunda es potencialmente mortal. Sí, muchas otras cosas también lo son (asfixia y unas cuantas más), y todas se explican en la formación básica que todo policía debería tener. El primer curso es el normal que todos conocemos, el de primeros auxilios, RCP y uso del DEA (BLS o similares, de entre 8 y 12 horas de duración, dependiendo de la Comunidad Autónoma). Superado ese curso sabremos atender las urgencias más habituales: atragantamiento, inconsciencia, bajadas de azúcar, traumatismos, quemaduras, PCR, heridas y hemorragias… Pero los policías deben recibir también formación en control de hemorragias adaptada a su entorno. Si bien el torniquete ya es la segunda medida a aplicar ante una hemorragia según las recomendaciones ERC de 2015, hay cuestiones concretas que normalmente se enseñan en cursos específicos, basados en las directrices del CoTCCC. Así como también el uso de agentes hemostáticos específicos.

¿Qué debemos/podemos llevar encima?

Así que, una vez explicado esto, la primera recomendación es de cuatro simples artículos que cualquier policía, esté en la calle o en una oficina, debería llevar consigo:

Venda de crepe o elástica.

Guantes de nitrilo

Guantes (siempre), a ser posible que sean de nitrilo, mascarilla para el boca a boca (pocket mask), que se puede llevar en un llavero, torniquete y venda de crepe (venda elástica). Con eso podemos hacer frente a las emergencias más graves. Conviene que la venda sea grande, porque servirá para sustituir paquetes de gasas a la hora de hacer presión directa también, y además, como ya explica el enfermero Ayoze Sánchez en el artículo «empaquetado de heridas» (podéis acceder desde el enlace), de la revista Zona TES, una venda normal también puede usarse para cohibir una hemorragia grave si no tenemos agentes hemostáticos a mano. Hay una quinta cosa, pero que ya ocupa algo más de espacio, y es la manta térmica, que tiene muchas utilidades, y además enrollada presenta una inusitada resistencia y puede servir hasta como cuerda improvisada.

Pocket mask

Barrera envasada de manera similar a un condón

Mascarilla llavero.

El torniquete debe ser un elemento de dotación de todos los policías en España. Hay que dejar de pensar en actos extremos, hay muchas cosas que causan hemorragias graves y el torniquete es una garantía de salvar muchísimas vidas.

Los tres modelos más habituales en España, de izquierda a derecha, CAT, SOFTT y TIE (del ejército español en esta ocasión). El parche del CNP es para comparar tamaños. Foto: Juan Luis de Castellví.

Si prestamos servicio en zonas alejadas, o en unidades de seguridad ciudadana (desde un Z o patrulla de cualquier cuerpo, hasta orden público como los núcleos de reserva, UPR, UIP, BRIMO, etc.), además de lo anterior, podemos añadir un segundo torniquete y el célebre material hemostático (vendaje israelí, vendaje y gasas con «quikclot» o «chitosan»), cánula nasofaringea y su lubricante, parche ocular, rotulador y tijeras corta ropa. La linterna doy por hecho que todo el mundo la lleva encima.

Pouch cerrado, se puede portar en el cinturón. Foto: Juan Luis de Castellví Guimerá.

Pouch abierto. Foto: Juan Luis de Castellví Guimerá.

Muestra de parte del material: torniquete y hemostáticos, además de guantes. Foto: Juan Luis de Castellví Guimerá.

En los cursos basados en el TCCC se enseña el uso de parches de oclusión torácica, así como de aguja de descompresión, llevarlos no es negativo pero su uso está restringido a personal sanitario salvo que nos encontremos en una situación de vida o muerte, o en un escenario de operaciones en el que no podemos esperar ayuda sanitaria pronto. De nuevo, esto son conceptos que se enseñan correctamente en la formación adecuada, por lo que todo el material del que hablo en el segundo grupo sólo debería llevarse si ya se ha superado dicha formación (cursos como TCCC, FREHE de emergensa, ATSSE de McTAC, LEFR, etc…), o llevarlo para que pueda usarlo el personal que sabe hacerlo llegado el caso.

Hay multitud de maneras de llevar el material, así como diversos colores que podemos elegir. Foto: Juan Luis de Castellví Guimerá.

¿Por qué dos torniquetes? Porque siempre hay que llevarlo pensando en que es para nosotros, y el segundo puede ser para otra víctima que no lleve el suyo propio, sea un compañero o cualquier otra persona. Por desgracia, aunque pocas veces trasciende a la opinión pública, hay ocasiones en que unidades policiales son emboscadas, o pueden permanecer aisladas por largos periodos de tiempo antes de que les llegue apoyo, por lo que a veces toca ser autosuficientes en cuanto a la posibilidad de salvar nuestra propia vida o la de nuestro compañero.

El material sanitario no debe faltar en nuestro equipamiento. Foto de «Policías-Blue Pride» en IG.

¿Dónde llevar todo este material?

A mano. A ser posible al alcance de las dos manos, porque si una de ellas queda inutilizada (por un disparo, corte, caída, explosión), podremos acceder al menos al torniquete con la que nos queda sana. Por lo menos el torniquete debería ir en el cinturón, cerca de la hebilla, o en el chaleco si lo llevamos exterior, siempre al alcance de ambas manos.

Una opción para portar el torniquete. Funda rígida en el cinturón, intentado que vaya cerca de la hebilla. Foto: Raúl T. McGinley.

El resto del material puede ir de diversos modos. Lo básico es mejor llevarlo encima, hay fundas (o «pouchs»), que ocupan muy poco y se pueden llevar en el cinturón sin mayor problema, normalmente detrás aunque no sea muy cómodo para sentarse en el coche. Hay quien opta por fundas musleras, que deben ir bien fijadas y a su vez ser fáciles de quitar, por si tuviéramos que aplicarnos el torniquete en esa misma pierna. De nuevo, ahí llevaría lo que sabemos a ciencia cierta que queremos tener con nosotros en todo momento. El resto puede ir en el coche, en una mochila o un «pouch» que ya tengamos preparado para poder enganchar con facilidad a nuestro cinturón o chaleco si nos hace falta, y que podamos coger en caso de encontrar la necesidad. Lo ideal es llevarlo todo encima, pero no somos soldados desplegados en zona de operaciones, y normalmente no vamos con mochilas encima durante todo el servicio, así que toca hacer una selección de lo más importante, dejando el resto, o las duplicidades de material, en el maletero confiando en que podamos cogerlo cuando nos haga falta.

Mochila con material extra para portar en el vehículo. Foto: Raúl T. McGinley.

Sobre dónde comprarlo, o qué marcas son las mejores, hay multitud de tiendas y marcas. Las bolsas son más que nada una cuestión de gustos. Sólo os recomiendo que hagáis un esfuerzo a la hora de comprar los torniquetes y el material hemostático. Igual que las medicinas las compráis en la farmacia y no en una web cualquiera, lo mismo hay que hacer con este material sanitario. Las imitaciones os pueden costar la vida. El CoTCCC recomienda marcas de torniquetes de EEUU probados en combate, pero hay otras que también son muy buenas aunque no vengan en su lista. Cada cual deberá decidir cuál le parece más adecuada tras haber recibido la pertinente formación. Sea cual sea tu elección, compra el original, no una réplica que puede romperse el día que te haga falta, y practica. De hecho, mi consejo es comprar el que queramos llevar con nosotros, y también uno de entrenamiento del mismo modelo, para practicar con ese tanto como sea necesario hasta que lo usemos correctamente mecánicamente.

Confío en que os haya resultado útil, que cuando veáis a un compañero con ese tipo de material, le consultéis dónde ha hecho el curso y dónde comprar el material, en vez de pasar de largo o reíros, porque a lo mejor ese mismo día os hace falta a vosotros. No es una moda, es una necesidad real.

Este artículo nace como respuesta a la pregunta más habitual de los alumnos al acabar los cursos, y como apoyo al compañero que escribió «¿Qué llevas ahí, tío?» en el grupo Tiro Policial Correcto de Facebook.

Agradecimientos:

A Sara Blanquer de Zona TES por permitirnos usar el artículo «Empaquetado de heridas» y darle difusión desde el blog.

A Policías-Blue Pride por la foto y la colaboración.

A @PoliciaSanidad por la colaboración y el proyecto que pronto presentarán.

Imágenes:

Raúl T. McGinley y Juan Luis de Castellví Guimerá.

Las que no tienen firma, son fotos de productos de internet que pertenecen a sus respectivos fabricantes.